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La verdad es que necesitaba contaros algo porque ayer me quedé flipado. Estaba en casa tan tranquilo subiendo a los sofas y demostrando mi pericia como escalador cuando de repente llega el friki de mi dueño con cara de agobio me coge por banda y me mete en la caja gris que lleva en el salón dos días y en la cual me eché una siesta muy tranquila ya que dentro no alcanzan las manos odiosas del friki. Ya os hablaré de las manos, porque tiene tela el asunto, pero más importante es lo que os voy a contar porque sinceramente me pareció un acto aberrante para el orgullo de un gato.

Pues bueno me mete en la caja, cierra la puerta y me levanta del suelo y sale corriendo por la puerta. Primero en el ascensor me enseña mi imagen en el espejo. Este se ha debido creer que nunca me he visto en un espejo. Pero a que se creerá que me dedico cuando se va durante todo el día... Bueno en fin que me baja a la calle y me monta en el coche. La verdad es que me acojoné porque ultimamente he estado siendo un poco cabroncete mordisqueando los pies y las manos de todo el mundo, pero no pensé que me fueran a devolver tan pronto. Tanto que me querían... Pues el rollo es que en el coche me empecé a mosquear y a llorar implorando el perdón del friki por haber sido tan travieso. El vehiculo se para me coge a toda prisa y me lleva a un sitio donde había un par de señores vestidos de verde. ¡ Me van a sacrificar ! pensé para mis adentros, e intenté pegarme al fondo de la caja gris con la seguridad de que no me alcanzarían, pero como no, las manos del friki siempre dando la coña, me cogieron y me sacaron. El veterinario primero dudo de mi sexualidad. El tío no paraba de mirarme abajo. Oye no esperarían que un gatito de 1 mes y 3 semanas tuviera algo realmente impresionante ahi abajo. Eso me molestó bastante pero no tuvo nada que ver con lo que viene a continuación. De repente con los nervios y tal le pegué un mordisquín de nada al señor de verde y cual fue su cabreo que decidio sacarme toda la sangre del cuerpo con un instrumento alargado y puntiagudo. Me ató la pata con una goma y me inserto aquello como un cuchillo en el vientre. no podía soportar el dolor y encima el friki, en el que yo confiaba, me sujetaba con cara de loco. ¡ Ese si que se llevó un buen bocao ! tanto "tsshh" tanta polla, ahora te lo comes so mamón. Ahí me ensañé la verdad. No contentos con destrozarme una pata me cogieron la otra y me hicieron lo mismo. Ya me habían vaciado una y encima pretendían vaciarme la otra... Y lo hicieron, ¡ Qué dolor ! La verdad es que el tio parecía una de esas monjas voluntarias de los analisis de sangre que si no te encuentran la vena rebuscan a lo bruto. Ahora el friki me sujetaba con fuerza, y no alcancé por un pelo a morderle su mano que huele a tabaco que no veas. Por fin me dejan tranquilo y en cuanto me ví liberado corrí a la caja gris sintiendome como una ficha de parchis en la casilla de "casa". Me lamía sin parar, ¡ que dolor !

De repente oí: " no tiene SIDA ni Leucemia". Estaba flipando, ¿SIDA? ¿Pero eso no es lo de los yonkis? Lo había entendido todo. Me habían hecho yonki para hacer pruebas de nuevas drogas de diseño conmigo y aunque no me hacía mucha gracia... Pero menos lo del SIDA... Quizá fueran a hacer experimentos de vacunas conmigo. Que importante sería... Estaba viendo los titulares: "¡Cicerón, el primer gato en el que se prueba la vacuna del SIDA con éxito!".

Pues no me quedé de brazos cruzados. Cuando llegué a casa me vengué con cada uno de ellos. Al friki le estuve mordiendo hasta que sus "Tssh" le sonasen ridiculos y desistiese. A su hermana la sobona también la hice un par de buenos arañazos. Y a la señora que vive con ellos no la dejé dormir hasta que la muy guarra me encerro en la pocilga del friki. Luego llegó el friki y me dejó salir. ¡Me estaba meando, joder!

Os pongo unas cuantas fotos de la situación del cuarto del friki para que entendais lo que quiero decir cuando digo pocilga. Por cierto salgo bastante bien en estas fotitos.

Bueno gente voy a ver si destrozo algún sillón o me hecho una siesta.